¿Qué es el ahorro?

El ahorro es la parte de tus ingresos que decides no gastar y reservar para utilizar en el futuro. Esta práctica te permite estar preparado para emergencias, gastos inesperados o simplemente tener listo el dinero para utilizarlo en algo en específico como unas vacaciones en el mar o una fiesta de cumpleaños. En todos los casos, lo importante es saber con precisión cuál es el fin de dicho ahorro.

Uno de los productos más comunes para ahorrar son las cuentas de ahorro, las cuales ofrecen una pequeña tasa de interés para que tu dinero crezca lentamente con el tiempo. Es fundamental entender que el ahorro tiene como objetivo principalmente la seguridad financiera.

¿Qué es la inversión?

Por otro lado, la inversión implica destinar dinero a un proyecto o activo con la expectativa de obtener un retorno a cambio del costo de oportunidad que involucra no poder utilizar ese dinero por período de tiempo, pero muchos se preguntarán ¿qué es el costo de oportunidad? Se refiere al beneficio potencial que se pierde al elegir una alternativa en lugar de otra. Es decir, representa el valor de la mejor opción no seleccionada.

Por ejemplo, si inviertes en un bono que genera un 5% de rendimiento anual, el costo de oportunidad es el rendimiento que podrías haber obtenido invirtiendo ese dinero en otra opción más rentable, como acciones que generan un 8%. Esto puede incluir comprar acciones, bienes raíces o bonos.

A diferencia del ahorro, donde el riesgo es casi nulo, las inversiones siempre conllevan un grado de riesgo, pero también la posibilidad de generar mayores rendimientos. Productos como fondos de inversión o depósitos a plazo pueden ser interesantes para quienes buscan hacer crecer su capital.

Principales diferencias entre ahorro e inversión

La diferencia clave entre el ahorro y la inversión radica en el objetivo y el riesgo asociado. El ahorro está más centrado en la seguridad y la liquidez, mientras que la inversión busca el crecimiento del capital a mediano y largo plazo, según el tipo de inversión. Es recomendable que los ahorradores dediquen una parte de sus ahorros a invertir una vez que tengan un fondo de emergencia adecuado. Así, pueden beneficiarse del potencial de rendimiento de las inversiones mientras mantienen su dinero seguro.