Introducción a las inversiones
La inversión es una actividad que trata de destinar recursos con el fin de obtener un rendimiento sobre el capital invertido con el paso del tiempo. A medida que el mundo financiero evoluciona, comprender las diferentes opciones de inversión se vuelve esencial para optimizar el crecimiento del patrimonio y gestionar los riesgos asociados. En el contexto actual, donde las tasas de interés y la inflación fluctúan, es muy importante estar informado sobre los instrumentos disponibles, tales como acciones, bonos y fondos mutuos.
Algunos de los instrumentos financieros son las acciones; estas representan una participación en una empresa; los portadores se benefician del crecimiento y los dividendos si la empresa los reparte. Por otro lado, los bonos son instrumentos de deuda que las empresas o gobiernos emiten para obtener financiación, prometiendo a los inversores un retorno fijo después de un período determinado. Por último, los fondos mutuos son un vehículo de inversión colectiva (capital de varios inversores) por una colección de acciones, bonos y otros activos, gestionados por un profesional para diversificar el riesgo y maximizar los rendimientos.
Comprender las diferencias entre acciones, bonos y fondos mutuos no sólo permite a los inversionistas tomar decisiones informadas, sino que también ayuda a diseñar una estrategia de inversión adecuada a sus objetivos personales y tolerancia al riesgo. Según estadísticas, un reciente estudio del Pew Research Center (PRC) reveló que «solamente el 28% de los latinos en Estados Unidos poseían acciones en el mercado de valores para el año 2022», lo que pone de manifiesto la necesidad de educación financiera en la región. Con el avance de la tecnología y la accesibilidad de las plataformas de inversión, existe un potencial significativo para que más individuos se involucren en el ámbito financiero.
Acciones: propiedad y riesgo
Las acciones son instrumentos financieros que representan una participación en la propiedad de una empresa. Al comprar acciones de empresas públicas (que cotizan en bolsa), los inversores adquieren una porción de esa compañía y, por lo tanto, tienen derecho a recibir dividendos si la empresa los distribuye entre sus accionistas. Esta forma de inversión se considera una de las más accesibles y populares en los mercados de valores, ya que ofrece la posibilidad de obtener altas rentabilidades a lo largo del tiempo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que invertir en acciones también implica un nivel significativo de riesgo por los rendimientos que pueden ofrecer. Siempre debe recordar que, a mayor rendimiento, mayor será el riesgo asociado a dicha inversión.
El valor de las acciones puede fluctuar considerablemente en función de diversos factores, como el desempeño financiero de la empresa, cambios en la industria o condiciones macroeconómicas globales, especialmente si provienen de cambios en los Estados Unidos. Por ejemplo, acciones de empresas tecnológicas como Apple o Amazon han mostrado un crecimiento notable en los últimos años. Sin embargo, esta volatilidad puede traducirse en pérdidas si el mercado se mueve en una dirección desfavorable. Por lo tanto, antes de invertir en acciones, evalúe el perfil de riesgo personal y tenga en cuenta la volatilidad del mercado.
Gráfico de precios de la empresa Nvidia para ilustrar la volatilidad de las acciones. Esta empresa es especialmente volátil por tratarse de una empresa tecnológica.

Fuente: Elaboración propia
Para aquellos que están interesados en comenzar a comprar y vender acciones, existen diversas plataformas en línea que facilitan este proceso. Por ejemplo, aplicaciones como eToro (haz clic para invertir junto conmigo) o Hapi que permiten a los usuarios comprar acciones y otros tipos de inversiones como ETFs o divisas de forma sencilla e intuitiva, aunque siempre es recomendable investigar las comisiones y tarifas asociadas. Yo, en lo personal, utilizo ambas; Hapi funciona muy bien para el mercado latinoamericano porque incluye a casi todos los países de la región y, a diferencia de eToro, que es un broker de origen israelí, también funciona muy bien para principiantes.
Pero entonces, ¿cómo mitigar los riesgos asociados a la compra y tenencia de acciones? La respuesta siempre será la diversificación. Al distribuir el capital entre diferentes activos, se puede mitigar el riesgo, limitando así el impacto negativo de una baja en el valor de alguna acción específica. Por lo tanto, es aconsejable la creación de un portafolio diversificado que incluya acciones de diversas industrias y sectores.
Bonos: seguridad y estabilidad
Los bonos son instrumentos de deuda emitidos por gobiernos, municipios o corporaciones, lo que los convierte en una alternativa viable para los inversores que buscan seguridad y estabilidad. A diferencia de las acciones, que representan una participación en el capital de una empresa y pueden ser volátiles, los bonos ofrecen una volatilidad mucho más baja y son de las opciones de inversión más seguras porque la probabilidad de impago es casi nula,es decir, un gobierno en la mayoría de los casos pagará a sus acreedores. Al comprar un bono, un inversor presta dinero al emisor a cambio de pagos de interés periódicos y la devolución del capital al vencimiento. Esta dinámica hace que los bonos sean frecuentemente considerados como una opción de inversión muy segura y por ende, generan un menor rendimiento por el nivel de riesgo que representan.
Existen diversos tipos de bonos, los cuales se agrupan principalmente en dos categorías: bonos del gobierno y bonos corporativos (emitidos por empresas). Los bonos del gobierno, como los bonos del tesoro, son emitidos por entidades gubernamentales y generalmente se consideran de bajo riesgo, ya que están respaldados por la capacidad del gobierno de pagar sus deudas. Por otro lado, los bonos corporativos son emitidos por empresas y pueden ofrecer rendimientos más altos, aunque conllevan un mayor riesgo dependiendo de la salud financiera del emisor. Al decir que depende de la salud financiera del emisor, nos referimos a la estabilidad macroeconómica que un gobierno puede generar. El riesgo asociado a los bonos soberanos está medido por el índice de riesgo país. Por ejemplo, invertir en bonos soberanos de Bolivia puede representar un alto riesgo de impago de parte del BCB (Banco Central de Bolivia).

Fuente: JP Morgan
Valores a fecha: 14 de noviembre de 2024
Las tasas de interés y el rendimiento de los bonos son factores críticos a considerar. Cuando las tasas de interés aumentan, los precios de los bonos tienden a caer, lo que puede afectar el rendimiento en el mercado secundario. Sin embargo, de manera directa, los bonos continúan proporcionando su pago de interés, lo que los hace atractivos para aquellos que buscan ingresos estables a lo largo del tiempo. En cuanto a su rol en una cartera balanceada de inversiones, los bonos pueden ayudar a mitigar riesgos y a mantener la estabilidad financiera del portafolio.
Para adquirir bonos, los inversores pueden optar por intermediarios financieros, como brokers o bancos, o pueden adquirirlos directamente a través de emisiones primarias o plataformas de venta. Es recomendable que los inversores investiguen las diversas opciones disponibles y elijan la mejor estrategia de compra que se ajuste a sus necesidades financieras.
Fondos mutuos: diversificación y gestión profesional
Los fondos mutuos son vehículos de inversión que agrupan el capital de numerosos inversores para comprar una variedad de activos financieros diversificados. Al invertir en un fondo mutuo, los inversores poseen una participación proporcional en todas las inversiones dentro del fondo y así se reduce el riesgo asociado con la volatilidad de un único activo. Esta característica es particularmente atractiva para aquellos que buscan minimizar su exposición a los riesgos del mercado.
Una de las principales ventajas de los fondos mutuos es la gestión profesional. Los fondos son administrados por gestores de inversiones capacitados, quienes analizan las oportunidades del mercado y toman decisiones informadas sobre la compra y venta de activos. Esto permite a los inversores beneficiarse de la experiencia y el conocimiento del mercado que un gestor ofrece, eliminando la necesidad de que realicen su propio análisis. De este modo, los fondos mutuos son ideales para quienes no cuentan con el tiempo o el conocimiento necesario para manejar sus inversiones directamente.
Existen distintos tipos de fondos mutuos, incluyendo fondos de renta fija, que invierten en bonos y otros instrumentos de deuda, y fondos de acciones, que se centran en invertir en mercados de capital. También hay fondos mixtos, que combinan ambas estrategias. La elección del tipo de fondo adecuado depende en gran medida del perfil de riesgo del inversor, así como de sus objetivos financieros. Los inversores más conservadores pueden optar por fondos de renta fija, mientras que aquellos dispuestos a asumir más riesgos pueden elegir fondos de acciones.
A pesar de sus atractivas características, es esencial que los inversores tengan en cuenta las tarifas y comisiones asociadas a los fondos mutuos, ya que estos costos pueden impactar significativamente en sus rendimientos. Algunas tarifas comunes incluyen las comisiones de gestión y los gastos de operación del fondo. Para los principiantes, es recomendable explorar opciones de fondos mutuos que sean populares y accesibles. Así, los fondos mutuos se posicionan como una opción valiosa para quienes buscan incrementar su patrimonio de manera diversificada y profesionalmente gestionada.
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